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A finales de los años 90, David Perry recibió una llamada de las oficinas de Silver Pictures. El estudio quería enviarle el guión de una próxima película de ciencia ficción llamada Los juegos de Matrix, de una pareja de guionistas-directores relativamente desconocida: Lana y Lilly Wachowski. Las Wachowski querían que su próximo proyecto fuera un videojuego y pensaron que Shiny Entertainment -la empresa de Laguna Beach que Perry fundó en 1993- sería la desarrolladora perfecta para hacer justicia al proyecto.
Pero Shiny finalmente los rechazó. “Probablemente fue la peor decisión de mi carrera”, dijo Perry en una reciente entrevista con Polygon. Más tarde llevó a su mujer a ver la película, y ninguno de los dos podía creer que hubiera dicho que no a desarrollar un juego basado en la obra maestra de los Wachowski.
Cuando la oferta llegó por segunda vez, Perry se apresuró a ir a Los Ángeles y firmó un contrato que le proporcionó no uno, sino dos juegos de Matrix. El primero, Enter the Matrix, salió a la venta el 14 de mayo de 2003 junto con la superproducción de las Wachowski The Matrix Reloaded. El juego se centraba en Niobe (Jada Pinkett Smith) y Ghost (Anthony Wong), dos personajes de la película, e incluía muchas secuencias de acción real que no aparecían en la película.
Cuando llegó el momento de una secuela en 2005, la trilogía de Matrix ya había terminado y los Wachowski empezaron a abordar el material de forma diferente. La secuela de Enter the Matrix daría a los fans la oportunidad de ponerse en la piel del héroe profetizado por Keanu Reeves, llamado Neo. Pero los visionarios cineastas querían ir un paso más allá. No se trataría de una adaptación directa de las películas; los Wachowski vieron en Path of Neo una oportunidad para dar a su historia un final alternativo.
Querían que Neo viviera, y querían hablar a su público. Path of Neo sería un recuento triunfal de la historia de su héroe, adaptado para la gente que juega. Los Wachowski aparecerían en la pantalla como sprites monocromos de 8 bits, el jugador lucharía contra un monstruo colosal llamado MegaSmith, y la humanidad aclamaría a su salvador mientras sonaba “We Are the Champions” de Queen. Era el tipo de catarsis deliciosamente absurda que el equipo de Shiny Entertainment también apreciaba.
The Matrix Awakens’ nuevo en The Matrix Game Resurrections. Aquí en los Juegos de Matrix
La distinción entre lo que es real y lo que no lo es fue uno de los mantras de “The Matrix”. Este mensaje se traslada ahora al mundo de los videojuegos, donde el realismo gráfico ha dado un paso más con la demo de “The Matrix Awakens”. La magia la aporta el motor Unreal Engine 5, que demuestra que los juegos next-gen que estábamos esperando para la serie X de Xbox y la PS5 tienen sentido. Este es el fantástico futuro (o más bien presente) de los videojuegos.
El fotorrealismo en todas sus dimensiones en el juego Matrix
Ya teníamos gráficos espectaculares en todo tipo de videojuegos. Con la calidad de los gráficos que tenemos ahora, es difícil imaginar que sean posibles grandes saltos en el fotorrealismo, pero esta demo demuestra que es posible tener experiencias aún más realistas en el mundo de los videojuegos.
En él, primero tenemos acceso a un minijuego con los personajes principales de la película -que están muy bien representados en algunas partes, pero son claramente diferentes de la realidad en otras- y luego participamos en una trepidante persecución en coche.
Este minijuego está muy bien hecho, pero los gráficos de los coches y las explosiones no son muy diferentes de lo que hemos visto en los juegos AAA recientemente: La espectacularidad es una seña de identidad de muchos videojuegos de última generación, pero esto es una mejora.
En la demo, podemos recorrer las calles de una ciudad virtual claramente inspirada en Nueva York, y que nos demuestra desde el principio que la tecnología de Unreal Engine 5 es capaz de ofrecer un realismo gráfico impresionante.
En este momento, tomamos el control de uno de los personajes principales de la película, que puede caminar y correr por la ciudad, pero también “volar”, lo que significa que podemos visitar la ciudad desde una perspectiva en primera persona mientras descendemos o ascendemos, ganando o perdiendo altura.
La experiencia recuerda a las visitas virtuales con Google Earth o Microsoft Flight Simulator 2020 mientras volamos, pero al caminar y correr con la vista en tercera persona, apreciaremos mejor los detalles de la ciudad que se despliega ante nosotros con un nivel de detalle extremo.
Lo hace a través de los edificios, la gente en las calles, los coches o los sonidos que nos rodean, pero también a través del espectacular tratamiento de las luces y las sombras, que hace que el fotorrealismo conseguido en esta demo sea sorprendente.