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El martes se introdujo por primera vez en el mundo una “nueva” moneda de curso legal. Y no se trata de un nuevo tipo de billete.
Desde el 7 de septiembre, El Salvador es el primer país que acepta el Bitcoin como moneda de curso legal.
Las empresas y negocios salvadoreños están obligados a aceptar la controvertida moneda digital como medio de pago siempre que sea posible.
La introducción de la nueva moneda se produce tres meses después de que la Asamblea Legislativa aprobara la llamada Ley Bitcoin Express, que fue aprobada por 62 de los 84 diputados con mayoría del partido gobernante.
Aceptar Bitcoin
Para promover su uso en un país donde la mayoría de la población no tiene acceso a Internet, el gobierno propone a los salvadoreños descargar una nueva aplicación de monedero digital que regala 30 dólares en Bitcoins a todos los ciudadanos.
Decisión del Gobierno
El presidente de El Salvador, Nayib Buquele, anunció en Twitter que su país había comprado los primeros 200 Bitcoins y que estaba trabajando para comprar más “a medida que se acerca la fecha límite”.
El gobierno presentó la medida como una forma de impulsar el desarrollo económico y el empleo y de beneficiar a los receptores de remesas.
Sin embargo, las encuestas muestran que los salvadoreños no están preparados para ello, y organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han advertido contra su introducción.
Los críticos dicen que el cambio es más bien una “maniobra para llamar la atención” y una “distracción” del “régimen autoritario”.
El fin de semana, la Corte de Constitucionalidad de El Salvador hizo una dudosa interpretación de la constitución y aprobó la repetida reelección del presidente, que según la mayoría de los especialistas no es legal.
Se espera que el Parlamento debata la próxima semana una reforma constitucional, también apoyada por Buquela, que daría más poderes al ejecutivo.
¿En qué consiste la nueva ley de El Salvador?
En junio, el Parlamento de El Salvador aprobó la legalización de las criptomonedas como moneda de curso legal.
En concreto, dice que el uso de la moneda virtual “será ilimitado, con poder liberal e irrestricto en cualquier transacción y a cualquier título que las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, quieran realizar”.
El tipo de cambio entre el bitcoin y el dólar será “determinado libremente por el mercado” y no estará sujeto al impuesto sobre las ganancias de capital como cualquier otra moneda de curso legal.
A partir del martes, todos los agentes económicos deberán aceptar Bitcoin como medio de pago “cuando se lo ofrezca la persona que adquiere un bien o servicio”.
El gobierno se ha comprometido a crear las estructuras institucionales necesarias para la circulación de la criptodivisa y ha comenzado a instalar unos 200 cajeros automáticos donde se puede cambiar bitcoin por dólares. Sin embargo, los expertos señalan que esto solo no será suficiente para la transformación que se está produciendo.
¿Por qué es un hito importante?
Ningún país del mundo se ha atrevido aún a declarar las criptomonedas como moneda de curso legal.
En Japón, uno de los países más avanzados del mundo en el uso de monedas digitales, el bitcoin pasó a ser de curso legal a raíz de una reforma de la ley en 2017, que algunos interpretaron como que le daba el estatus de moneda de curso legal.
Sin embargo, un informe de 2018 publicado por el Banco de Japón aclara que las criptodivisas “no son de curso legal y su uso para los pagos depende de la voluntad de la contraparte de aceptarlas.”
¿Qué se sabe de la ley de bitcoin que convertiría a El Salvador en un laboratorio mundial de esta criptodivisa, haciéndola de curso legal?
Por eso es una sensación internacional que El Salvador, un país pequeño con una economía modesta, haya sido el primero en dar este paso, anunciado y aprobado en tiempo récord y sin mucha discusión.
La medida llega al mismo tiempo que muchos gobiernos de todo el mundo, como el de China, van en la dirección contraria e intentan limitar la aceptación de las criptomonedas endureciendo la regulación.
¿Qué riesgos existen?
La principal crítica al proyecto es, sin duda, la alta volatilidad característica del bitcoin.
La criptodivisa pasó de unos 10.000 dólares en septiembre de 2020 a un máximo de 63.000 dólares en abril de 2021, antes de caer a 30.000 dólares en julio de este año. Actualmente está valorada en unos 52.000 dólares.
Se teme que estas fuertes fluctuaciones estimulen ataques especulativos que podrían causar estragos en el sistema monetario de El Salvador, afectando al valor de los ahorros, las pensiones o los salarios.
Para evitar que disminuya el poder adquisitivo de la población, el gobierno ha anunciado la creación de un fondo fiduciario de 150 millones de dólares en el banco de desarrollo del país para intercambiar automáticamente bitcoins a los salvadoreños que lo deseen.
Buquelet puso el ejemplo de una vendedora de fruta que no quiere asumir el riesgo de las fluctuaciones y decide cambiar los bitcoins que obtiene de su trabajo por dólares, estos serán comprados por el banco estatal al precio que ella valoró su fruta, sin importar si el valor ha cambiado desde la venta hasta que la criptodivisa sea depositada en el banco.
Sin embargo, algunos economistas creen que esto no significa que el Estado asuma el riesgo monetario porque se financiará con impuestos, lo que, según ellos, significa que toda la población, especialmente la más pobre, asumirá el riesgo.
Al FMI no le gusta
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que los peligros de adoptar las criptomonedas como moneda de curso legal podrían ir más allá de su volatilidad y plantear “riesgos significativos”.
Por su parte, la agencia de calificación Fitch señaló que la introducción del bitcoin podría aumentar los riesgos regulatorios para las instituciones financieras, incluida la posibilidad de que se infrinjan las leyes contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
El plan de El Salvador también puso de manifiesto el impacto medioambiental de las criptomonedas (su producción consume más energía que la de muchos países), como advirtió el Banco Mundial.
En junio, Bukele anunció que había contratado a LaGeo, una empresa estatal de generación de energía geotérmica, para que desarrollara un plan que proporcionara a las minas de Bitcoin energía renovable procedente de los volcanes del país, aunque aún está por ver si será factible.
¿Cuáles son los beneficios?
Entre los principales beneficios citados por los defensores de la iniciativa está el hecho de que las transacciones en bitcoin ahorrarían al público las comisiones de intermediación de las remesas procedentes del extranjero, que, según Bukele, podrían alcanzar el 30% del dinero enviado.
Bukele dijo que los cambios también conducirían a la creación de empleo y al aumento de la inversión.
Las remesas son uno de los principales sustentos de la economía salvadoreña, ya que representan alrededor del 16% del producto interior bruto (PIB).
A pesar de la pandemia, el año pasado el país recibió casi 6.000 millones de dólares de sus emigrantes, de los que unos 2,5 millones viven en Estados Unidos.
Dada la fluctuación del valor del bitcoin y las comisiones que algunas aplicaciones tienen que pagar para comprarlo, algunos críticos señalan que el dinero que antes se quedaba en las casas de cambio y las agencias de reparto va ahora a parar a las empresas tecnológicas.
El Zonte, la ciudad salvadoreña pionera en el uso del bitcoin
El presidente también señaló que cerca del 70% de la población no tiene cuenta bancaria y trabaja en la economía informal, por lo que las criptomonedas podrían mejorar su accesibilidad financiera.
Según un estudio realizado por el BID, el IICA y Microsoft en 2020, sólo el 45% de la población de El Salvador tiene acceso a Internet y más del 90% de los hogares rurales no lo tienen.
Source BBC New Mundo